Las causas de padecer estrés pueden ser muy variopintas y pueden ser debidas tanto acontecimientos negativos como a positivos.
Estos acontecimientos pueden tener mayor o menos importancia, y no siempre podemos controlarlos, pero lo que si podemos controlar son nuestras reacciones ante ellos.
Estos son algunos ejemplos de situaciones o circunstancias que tienen lugar de manera cotidiana en nuestras vidas y que nos pueden causar estrés:
- El ruido. Vivir en una ciudad significa estar expuestos a este factor de forma continuada ( ruido de tráfico, música, vecinos, obras..)
- Cumplir horarios y plazos tanto en el colegio, trabajo como en la vida familiar.
- Trabajar en exceso para cumplir las exigencias que el trabajo o incluso nosotros mismos nos imponemos.
- Enfrentarse a una evaluación o examen, en especial cuando el resultado es decisivo o implica un cambio en nuestra vida.
- El dolor o enfermar. El dolor nos provoca un desequilibrio por el mero hecho de sentirlo y porque nos genera una percepción de descontrol.
- No poder dormir. Dormir hace funcionar nuestro sistema inmunológico y recuperarnos de la tensión o carga del día, sino liberas esa carga el estrés se acumula.
- Sentir mucho calor. Esta estudiado que la exposición a temperaturas extremas genera importantes cantidades de estrés que afectan a nuestra conducta, volviéndonos más agresivos.
- Discusiones o conflictos familiares. Exponernos constantemente a discusiones hace que nuestro sistema nervioso se sobre active y se acumule estrés y negatividad.
- Tráfico y atascos. Este factor se da sobre todo en ciudades grandes donde ” es necesario” coger el coche para ir al trabajo y los atascos pueden durar incluso horas.
Hay otros acontecimientos que se dan de manera puntal en nuestras vidas pero que también nos causan estrés, además un estrés más severo, dado que estas situaciones implican un cambio en nuestro estilo de vida, ya sea este transitorio o permanente.
- Perder el empleo. Quedarse sin trabajo significa dejar de percibir una cantidad dinero con la que se cuenta, y además en algunas personas genera muchas veces sentimientos de falta de valía, y desesperanza de cara a encontrar un nuevo empleo en el futuro, esta situación puede ser vivida con mucho estrés dada la incertidumbre.
- La muerte de un ser querido. Ocurre frecuentemente cuando la persona tiene que adaptarse a otra forma distinta de vida sin esa persona, o tiene la sensación de no estar preparado para afrontar determinadas emociones.
- La jubilación. Después de años trabajando, cambiar de hábitos supone un giro de 360 º en la rutina diaria, hay mucho más tiempo libre, menos ingresos económicos, y cambia también la forma y las personas con las que hasta el momento se relacionaba en su día a día.
- Un Embarazo. La responsabilidad, las hormonas , el cambio de rutinas, hábitos o alimentación pueden generar un importante grado de presión.
- El Matrimonio. Muchas personas experimentan su matrimonio como un importante foco de estrés ya sea por la sensación de presión que ejerce el compromiso en ellos, o por las discusiones de pareja dado los intereses en común dentro de este marco.
- Separación y divorcio. Un divorcio siempre rompe la estructura familiar y altera el día a día de los miembros de una familia, supone además en la mayoría de los casos un descenso económico, cambio de domicilio..
- Enfermedad grave. El dolor, la sensación de incertidumbre con respecto al futuro o un mal pronóstico provocan altos niveles de estrés.
- Ruptura sentimental. La perdida de una persona supone un desequilibro, un cambio de vida al que uno se tiene que adaptar.
- Reconciliación con la pareja. Se genera por el miedo a no cumplir expectativas y que el desenlace vuelva a ser la ruptura.
- Problemas sexuales. El estrés genera problemas sexuales y estos generan estrés. El sexo ocupa una parcela muy importante de nuestra vida en pareja, y tiene un fuerte impacto en el deterioro de muchas relaciones.
- Cambios importantes a nivel económico.
- Pedir una hipoteca. Es de las experiencia más estresantes dada la carga o peso familiar que supone cumplir con los pagos establecidos a largo plazo, y la repercusión que tendría faltar a ellos.
- Problemas con la ley. Puede generar sentimientos de culpa, y estrés por tener que adaptarte a una vida diferente.
- Mudarse. El trabajo que literalmente supone cambiarse de casa sumado al sentimiento de perdida de un hogar donde se han vivido intensas emociones.
- Vacaciones. Desde planear unas vacaciones hasta vivirlas, supone un cambio en la rutina, y/o preocupación tanto por amortizar el tiempo libre como el dinero que se gasta.
En estos listados puedes encontrar las causas más comunes de padecer estrés, si te encuentras en alguna de estas situaciones y te ves superado no dudes en buscar ayuda profesional.
También puedes acceder aquí a los síntomas de estar estresado y las consecuencias del estrés. En casos donde este controla nuestras vidas, es preciso ir a consulta de un psicólogo para tratar el estrés.